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Foto del escritormauriciochaparro

EMPRESA FAMILIAR Y Espíritu EMPRENDEDOR.

No es posible hablar de empresa familiar sin hablar de emprendimiento. Después de todo, allí estuvo el germen que le dio origen. Tampoco es posible hablar sobre sostenibilidad de la empresa familiar sin hablar del espíritu emprendedor. El espíritu emprendedor es la energía detrás de la iniciativa empresarial, detrás del fundador, de la empresa familiar y es parte de lo que convierte a una familia en familia empresaria.


Sin embargo, el emprendimiento por sí mismo no es suficiente. Sabemos que se requieren muchos otros elementos para poder desarrollar la empresa. Pero para que trascienda, es imprescindible que el espíritu emprendedor se mantenga vivo. Y eso no sucede por casualidad. Requiere cultivarse, practicarse, inculcarse a las siguientes generaciones y darle espacio cuando lo pida, cuando el sistema lo requiera. Mucho más en el contexto actual en el que los ciclos de vida de los productos y de los negocios son mucho más cortos y efímeros.


Esto es algo en lo que a nivel teórico muchos podríamos estar de acuerdo. Pero llevarlo a la práctica es otro asunto. Para eso, la empresa y la familia requieren desarrollar la cultura del emprendimiento, de la innovación. Y eso no es posible si no abrimos los espacios para cometer muchos errores y aprender de ellos. Cuando una empresa ya está consolidada, solemos olvidar que alguna vez fue un experimento. Y la invitación es a que tengamos abierto el laboratorio permanentemente, donde se permita y se incentive hacer ensayos y aprender de ellos.


Muchos miembros de generaciones siguientes tienen el sueño de desarrollar su propia start-up. ¿Por qué no abrir los espacios para que eso se dé dentro del contexto de la familia empresaria? ¿Qué hace falta para que generemos esa cultura a lo interno de las empresas y las familias?

Para apoyar este camino se puede pedir ayuda. Un mentor de emprendedores, un business coach puede convertirse en una herramienta facilitadora y aceleradora de ese proceso. Alguien que conozca lo necesario para apoyar a la familia empresaria en crear y sistematizar esa cultura de fomento del espíritu emprendedor.


Emprender no es para todo el mundo, muchos prefieren dar continuidad a lo ya existente. La pregunta es ¿qué puede suceder cuando ignoramos la inevitable evolución que la tecnología y los mercados demandan? Podemos preguntarles a Kodak o a Blackbuster.


No esperemos a que el sonido de la caída de agua nos sorprenda en nuestra navegación por el río. Podría ser demasiado tarde.

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